Reflexionar sobre la realidad que estamos creando es un ejercicio poderoso. Nos invita a evaluar si nuestras acciones y pensamientos están en armonía con nuestros verdaderos deseos y valores. Si la respuesta es no, es el momento de realizar cambios. Esto puede implicar reevaluar nuestras metas, nuestras relaciones y nuestro estilo de vida. A menudo, la presión social y las expectativas externas pueden llevarnos a crear una realidad que no refleja lo que realmente deseamos. Practicar la auto-reflexión y la autocompasión nos permite tomar decisiones más informadas y alineadas con nuestro yo auténtico. Al hacer esto, podemos empezar a manifestar una vida que realmente amamos y que nos llena de alegría.